DESCUBRÍ QUE MI HIJO TIENE TICS ¿CÓMO LO AYUDO?
Un día de pronto descubres que tu hijo tiene tics, y no sabes el por qué ni qué hacer para ayudarlo, entonces comienzas a hacerte una serie de ideas quizás equivocadas y temerosas.
¿Qué son los tics?
Son movimientos repentinos, rápidos e involuntarios propios de la infancia y la adolescencia. Pueden ser:
Motores: como por ejemplo los oculares, con parpadeo; o encogimiento de hombros o giro de cuello.
Fonatorios: como tos, ruidos repetitivos, palabras.
Los tics empeoran ante situaciones de estrés, de máxima concentración o ante la exposición a pantallas (televisión, videojuegos, móvil) y curiosamente desaparecen durante el sueño.
Regularmente suelen manifestarse entre los 5-7 años, a veces antes y se pueden acentuar entre los 8-12 años. Aunque en torno a los 15-16 años tienden a desaparecer. Para diagnosticar los tics es necesario llevar al niño a una revisión oftalmológica para descartar una patología ocular.
¿Qué hacer?
Lo primero es tranquilizarse, eliminar la sobreexposición a las pantallas (móvil, televisión, tablet), videojuegos, estrés. Es importante enseñarle a su hijo técnicas de relajación mediante la respiración; así como identificar qué le producen los tics para intentar hacer maniobras de distracción.
Mantenga la calma y nunca lo castigue por tener un tic ¡Él no tiene la culpa! Por el contrario deberá incentivarlo para que realice actividades recreativas que puedan ayudarle a tratar su problema de tics, para que minoren o se quiten por completo.